Después de 112 años: El tránsito de Venus
Por Federico García
Transcurría un martes 8 de Junio del cuarto año del tercer milenio en la Tierra. Un día más para muchos. Un día esperado para otros. Es que un fenómeno histórico se hacía presente luego de 112 años de espera. El Observatorio de la Ciudad de La Plata había iniciado su carrera con este acontecimiento y aguardaba paciente por su repetición. Ya había completado sus 112 vueltas alrededor del astro rey y nuevamente, la diosa del firmamento, el planeta Venus, se interponía entre él y nosotros. Ya Febo nacía por el horizonte, a 61grados del punto cardinal Norte, tal como el hombre lo había calculado. El telescopio, en una terraza de la ciudad, poco acostumbrado a tales distancias cenitales, era apuntado por un grupo de estudiantes del primer año de Astronomía que aguardaban con insomnio impacientes, casi como sintiendo esas 112 revoluciones transcurrir lentamente a través de sus ojos. El tubo del portaocular del newtoniano de 110mm se deslizaba suavemente en busca del punto focal exacto que mostrara al entrometido proyectado sobre la caja del TEG que aguardaba silenciosa ser el centro de atracción de estos siete estudiantes y esa cámara digital de 3.5MP que se preparaba para trabajar durante 25 minutos sin detenimiento, cuando en ese momento, la sensación que permanecía ya hacía varios días en el interior de cada proyecto de astrónomo, dijo presente y los jóvenes admiraron estáticos el tan anhelado instante suceder ante sus maravillados ojos, inundando el alba de aplausos y festejos.
 |
 |
 |
 |
Todas las fotos publicadas en esta nota, fueron obtenidas por Alejo Molina, Carlos Wade, Maximiliano Haucke, Federico García, Francisco De Gerónimo y Matilde Ianuzzi desde la ciudad de La Plata, Argentina. Se utilzó cámara Sony CyberShot P7 . 3,5MP. Telescopio 110mm f/8. Ocular 20mm. Imágenes Proyectadas sobre pantalla blanca.
El intervalo transcurrido entre estos dos tránsitos de Venus, dio lugar a una serie infinita de avances y descubrimientos en nuestra ciencia. La relatividad de Einstein, el corrimiento al rojo y el universo en expansión de Hubble, los agujeros negros, la Teoría del Big Bang, el descubrimiento de Plutón, dos pasajes del Halley, la mecánica cuántica, el Telescopio Espacial Hubble, fueron algunas de las cosas que pasaron.
Sí, el transito de Venus por el disco solar, el mismo hecho que permitió al hombre medir la paralaje del sol y averiguar así su distancia. El mismo hecho que permitió al hombre comprobar una serie de hipótesis al respecto del mundo heliocéntrico copernicano. Ese mismo fenómeno, producía nuevamente en los “amadores de la ciencia” un cosquilleo incomparable por su significado fascinante.
Y todo ocurrió así. Nada pudo escapar a lo pronosticado por el hombre. Casi 400 años de la invención del telescopio por Galileo han pasado y la huella dejada por la serie de hombres de ciencia que poblaron este planeta aseguró con el más mínimo detalle no sólo el tránsito, sino también la trayectoria y los tiempos exactos del acontecimiento.

Esos 7 estudiantes son (de izquierda a derecha), Arriba: Alejo Molina, Maximiliano Haucke, Guido Panizza, Carlos Wade. Abajo: Matilde Iannuzzi, Francisco De Gerónimo, Federico García.