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China madura en el espacio, ya tiene arma anti-satélites
Dr. Jaime García
|
Imagen: XINHUA |
Como si fueran pocos los dolores de cabeza
para el presidente Bush, “de los más ineptos y corruptos”,
según el Premio Nóbel de Economía Joseph Stiglitz, China
llevó a cabo una prueba de su sistema anti-satélites, el 11 de
enero de 2007. La prueba ha causado un revuelo sin precedentes
en la comunidad internacional, pero demuestra que China madura
en el espacio.
La destrucción del satélite Feng Yun-1C,
prueba que China ya alcanza el estado que, hasta hace poco, sólo
era reservado para los Estados Unidos y Rusia, ya que las
pruebas de armas anti-satélite no son recientes. Tanto Estados
Unidos como la antigua Unión Soviética, hace años ya llevaron a
cabo el desarrollo, prueba e implementación de varios sistemas
de eliminación de objetos en órbita. China, ahora, alcanza ese
nivel al ensayar un arma capaz de destruir un vehículo en el
espacio.
La protesta por parte de Estados Unidos y
sus aliados surge enmascarada, en parte, en la preocupación por
la creación de innumerables detritos en órbita, que cuando ellos
lo producen, no resulta un problema.
Obviamente, a China la asiste el mismo
derecho que a las demás potencias al desarrollar sus defensas.
Sin embargo, la proliferación de la basura espacial es un arma
de doble filo para el régimen de Pequín, pues en el futuro
deberá lidiar con esa misma basura que hoy produjo al destruir
el satélite. Las órbitas polares son espacios muy utilizados por
satélites civiles que resultan fundamentales para la sociedad
moderna.
Estados Unidos es el líder en el espacio,
en estos momentos, ya que Rusia ha quedado rezagada y Europa
progresa a paso lento, aunque firme. China era considerada, por
los analistas de la astronáutica, como un niño en etapa de
amamantamiento. Sin embargo, la prolongadas guerras en que se
ven involucrados EE.UU. y sus aliados y la disminución notable
del presupuesto para otros aspectos que no sean estrictamente el
militar y de seguridad nacional, hacen que ese liderazgo
comience a verse fuertemente amenazado por el fuerte crecimiento
económico de China.
Y nos preguntamos por qué China realiza
ahora esta prueba. La respuesta parece ser bastante simple. En
octubre de 2006, el presidente Bush firmó una orden que
tácitamente afirma el derecho de los Estados Unidos a las armas
espaciales y oponiéndose al desarrollo de tratados u otras
medidas que restrinjan ese derecho.
China envió su mensaje fuerte y claro a
occidente y, principalmente a Bush. Tienen ahora la capacidad de
eliminar de la órbita terrestre a los satélites que pueda
considerar enemigos y nocivos para a su seguridad nacional.