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lunes 04 de diciembre de 2023 
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PAPÁ, PODEMOS ARMAR UNO...?

 

 

Nota: Román García Verdié
Paraná, Entre Ríos, Argentina
romancho22@hotmail.com


Esa fue la pregunta de Alan, mi hijo mayor, un día que descubrimos la página de Cielosur, y quedábamos maravillados por los instrumentos que hacían los aficionados. En ese momento reavivó en mí, la llama que iniciara algún tiempo atrás el paso del cometa Halley (1986), despertándome la curiosidad de mirar de otra manera lo que tenemos sobre nuestras cabezas.

Tal entusiasmo generó que por entonces con 21 años comenzara los primeros pasos en la aventura de realizar mi primer telescopio. Por esos años, no existía Internet y debía empezar a descubrir los lugares donde recabar información sobre el tema.

Después de recorrer, averiguar y relacionarme con gente afín a la astronomía conseguí comprarle a un aficionado el espejo de 100 mm y un par de oculares que por aquellos días tenía a la venta. Con ayuda del padre de un amigo, que trabajaba en una óptica, logré armar, aunque en forma precaria, un reflector newtoniano.
Era mi primer telescopio, con el cual pude acercarme un poquito más a los planetas y las estrellas; los veía ahí , en vivo y en directo, esta vez no por las fotos de los libros……..sin duda la sensación es inigualable.

Otros veintiún años volverían a pasar, pero esta vez no fue el Halley, sino mi hijo mayor, que motivara el retorno a las estrellas. Comenzó un nuevo desafío; volver a construir una óptica aún mayor realizando también el tallado del primario. “Si otros lo pueden hacer le dije, nosotros también podremos tener el nuestro”; de todos modos pensé, sería una buena excusa para aportarles algo noble en su camino de crecimiento.

Y así, informándome por la sección de Taller de la página de Cielosur , suscribiéndome al Foro de Constructores y conociendo a esas luminarias que lo integran, amigos generosos que todo lo dan y lo comparten, emprendimos la tarea ….. Seis largos meses pasaron desde que comenzó la construcción del nuevo 180 mm. Vidrios y abrasivos pertenecientes al Kit que organizara el Foro en el verano comenzaron a combinarse. Me aferré a toda la bibliografía compartida y a las pacientes y continuas respuestas de preguntas a veces tontas de quien como yo, poco conocía del tema.
La tarea no fue fácil, cada etapa requirió de mucha paciencia, horas de lectura, preguntas con respuestas inmediatas y salvadoras del foro, horas de desbaste, alisado, vuelta atrás en los esmeriles en dos ocasiones que aparecieron rayones, y luego el pulido………la difícil torta de brea que tuve que rehacer en 4 ocasiones… El parabolizado, en el que pasé de la esfera a la hipérbola, para retornar nuevamente a la esfera y por fin después de muchas horas, idas y venidas, mediciones y consultas…….puede lograr la parábola tan buscada…

Ahora, les presento el instrumento que hemos finalizado, y digo hemos, porque en cada parte y en cada pieza, está la huella invisible de cada uno de los amigos (hombres y mujeres) del foro que fueron abriéndome el camino del conocimiento, y también de mis hijos y su mirada compañera, sus manitos que me sostenían o alcanzaban cosas, hicieron posible poder hoy poner de nuevo los ojos otra vez más cerca de las estrellas.

INSTRUMENTO:
Espejo primario de 180 mm – Focal 1209 mm rf 6.7 aluminizado en el LOCE.
Espejo Secundario 40 x 56,4 mm Aluminizado y confeccionado en el LOCE.
Celda porta primario realizada con 2 discos de fibrofácil y 3 tornillos regulables distribuidos a 120º para colimación.
Tubo de PVC diámetro 200 mm - largo total 1.330 mm.
Montura Dobsoniana.

AGRADECIMIENTOS:
Quiero recordar y homenajear en este instrumento a Don Efraín García, que aunque no esté ya entre nosotros, guío paciente y desinteresadamente mis pasos hace 22 años atrás en la construcción de mi primer instrumento de 100 mm.

A la página de Cielosur y a su mentora, Silvia Smith por la dedicación y capacidad que trasmiten sus secciones, las cuales inspiraron esta aventura.
Al Foro de Constructores de Cielosur, que como mencioné me dieron TODO cuanto necesité en cada momento de la construcción; a Pablo Garibaldi y Juan Meneguin por recibirme en él, haciendo extensivo mi mayor agradecimiento a cada uno de los hombre y mujeres que lo integran, cuyos nombres evito mencionar para no olvidar a ninguno.
A Miguel A. Ascolese por su aporte docente en el video sobre Torta de Brea que tanto me aclaró el tema y por los controles que hizo del espejo en el L.O.C.E.
A Enrique Hernández, por su generosa colaboración y consejos vía Messenger desde Uruguay, a Anselmo López y familia quienes me honraron con su visita fraterna meses atrás.
A Jerónimo Franco a Luis Martorelli y su equipo por la maestría que ponen en los trabajos, a José Luis Da Conseicao por su dedicación en las averiguaciones en el LOCE.
A mis Hijos Alan y Leandro que me motivaron a cada instante, a mi mujer Silvina que me bancó en todo… a mis padres…

A todos, muchas gracias.

TALLADO DEL ESPEJO:

Primeramente se definió el tipo de instrumento a realizar, uno capaz de tener buena resolución para espacio profundo pero sin perder capacidad para la observación planetaria. Por consejos de los amigos del foro definí una relación focal intermedia optando y buscando logar una rf de 6.

El material utilizado para realizar devino de un Kit organizado por los integrantes del Foro de Constructores de Cielosur . Constaba de 3 círculos de vidrio verde, dos de los cuales de 10 mm unida con silicona para formar una única pieza de 20 mm que se utilizó como herramienta y otro de 18 mm destinado a transformarse en el espejo cóncavo propiamente dicho. Estos elementos vinieron acompañados con los respectivos abrasivos para el tallado.

Previamente a la llegada del conjunto se procedió a realizar un banco de aproximadamente 90 cm de altura con una plataforma en madera y tres tacos sujetadores donde se colocarían los vidrios. Este banco debía permitir realizar la rotación en torno a él en el proceso del desbaste, alisado y pulido.


Imagen superior: Mi futuro espejo durante la etapa de construcción.

El tallado se comenzó con espejo abajo utilizando esmeril de grano No. 80 con carreras primeramente de cuerda o desplazadas a la vez que se rotaba sobre el banco de trabajo. Estos primeros movimientos destinados a desbastar el espejo en su centro, fueron un tanto agotadores, ya que era necesaria cierta firmeza y presión para permitir que los granos fueran “comiendo” ambas superficies, tomando el espejo la forma cóncava y la herramienta la convexa. Se previó siempre alternar espejo abajo y herramienta arriba y cada 3 mojadas invertir las posiciones (herramienta abajo y espejo arriba) esto permitiría que la concavidad fuera realizándose en forma pareja bajando centro y borde.

Como el proceso fue realizado en verano era importante que a los abrasivos no les faltara agua en las sucesivas mojadas, para evitar que la pasta se seque y se peguen las superficies, sobre todo en las etapas posteriores de alisado.

Cuando la curvatura empezó a notarse en forma homogénea, se procedió a medir la flecha con un trozo de punta de aguja de 1.7 mm de espesor ya calculado desde el momento de elección de la relación focal; y colocándola en el centro del espejo con una regla tocando los bordes se iba controlando el descenso de la concavidad.

Cuando la flecha se aproximó al 85 % más o menos de la teórica, se realizó el cambio de esmeril al No. 120, procurando limpiar muy bien todos los elementos de trabajo (banco, vidrios, manos etc. No debía quedar ningún rastro del grano anterior, premisa que se tuvo siempre muy en cuenta en todo el proceso.

En este punto se siguió solamente con carreras normales (centro sobre centro) para lograr mantener la forma esférica y nivelar cualquier error o deformación que pudiera venirse produciendo. Siempre alternando mojadas espejo abajo y arriba.

El control de la distancia focal, una vez que empezó a ser más notoria la superficie lisa, se realizó con el sol; mojando levemente la superficie para hacerla reflectante y enfocando una tarjeta blanca frente al espejo. De esta manera se empezó a controlar con mayor exactitud el desbaste y la distancia focal final deseada.

Para el alisado se fue pasando sucesivamente por todas las granulometrías disponibles sin saltear ninguna 150 – 180 – 220 – 320 – 400 – 800 – 1200.

Cuando el espejo estaba quedando muy liso en el esmeril 800 apareció un pequeño rayón en la superficie que realmente me tiró la moral abajo. Es fundamental armarse de mucha paciencia y pensar siempre que para lograr una óptica de calidad es necesario buscar al máximo la perfección, he allí que volví atrás, a un grano mayor nuevamente que me permitiera eliminar tal depresión. Se retornó al grano 220 y a recomenzar desde allí nuevamente, tomando mayor cuidado al momento de cambiar y limpiar bien todos los elementos.

Cuando se llegó al esmeril 1200 se extremaron los cuidados en la limpieza de las piezas un pequeñísimo resto de grano mayor, volvería el camino atrás. Se trabajó con este esmeril aproximadamente hora y media, preparando la superficie para el pulido final.

LA TORTA DE BREA Y PULIDO:

Este procedimiento puso a prueba mi paciencia, ya que se realizó 4 veces hasta obtener una consistencia adecuada.

Primeramente se utilizó la relación teórica con brea mineral, aceite de lino en este caso y resina amarilla. Al concluir la preparación y realizar los surcos, empecé a observar que el tamaño de los cuadros se deformaba muy rápido y la consistencia no soportaba las temperaturas del verano, tal es así que fui probando de diversas maneras y por diversas sugerencias, terminé por eliminar el aceite de lino en la combinación, la preparación se limitó al uso de la brea y resina mineral. De esta forma resultó una base con la dureza suficiente para soportar los calores existentes sin deformar la trama de cuadros.

Se empezó con el pulido , pero después de varias mojadas y consultas, el tamaño de los panes no correspondía con lo que sugería el Ing. Chavasse……por este modo rehice nuevamente la torta con un tamaño de trama de 1.5 cm de lado. Esta diferencia de tamaño podría ocasionar defectos en la terminación final de la superficie. Se continuaron con carreras normales centro sobre centro alternando mojadas con espejo arriba y abajo.


Imagen superior: Aparato de Foucault que construí y con el cual hice las mediciones.

Una vez lograda la transparencia adecuada se comenzó a controlar la forma final con el testeador de Foucault, que previamente había construido. El estudio de las sombras producía un fenómeno un tanto extraño para mí, si bien no estaba esférico, las típicas sombras en las tres posiciones de cuchilla (corte adelante, corte centro y atrás) producían los dibujos invertidos a la parábola teórica………después de tanto releer, tanto a Chavasse como el Texereau, y preguntando al foro, pude concluir que estaba en un paso previo a lograr la esfera perfecta; me encontraba en la forma elíptica con revolución sobre el eje mayor es decir con una “curva más cerrada” sobre los bordes que tenía aún que abrir.

Efectivamente, al continuar con el pulido y carreras normales, pude llegar con mediciones sucesivas a la esfera perfecta.

EL PARABOLIZADO:

Una vez lograda la esfera perfecta, no quise contentarme con ello, y decidí incursionar por el famoso parabolizado, así se logra eliminar la aberración óptica que produce la esfera perfecta en la variación de concentración de los rayos respecto a un mismo foco.

Este tema era para mí indescifrable, pero mis ansias de lograr la mayor perfección de la óptica, me llevó a leer y concentrarme mucho más que en los procesos previos, para poder entender de qué se trataba. Me aboque al sistema del Ingeniero Chavasse y pude emprender la aventura. Muchas horas de trabajo llevó terminar con ello, pasando de la esfera a la hipérbola, para volver a retornar a la esfera………….puliendo, lavando, dejando secar y esperar media hora para realizar la medición con el Foucault y obtener una lectura precisa, dado que la imagen de la superficie presentaba turbulencia. Debía encerrarme en un cuarto con cierta preparación, sin corrientes de aire que provocaran observaciones erróneas.

Se confeccionó el diagrama de zonas de Couder y se estableció mediante las fórmulas del Ingeniero, la parábola teórica para mi espejo que había finalizado con una Distancia Focal de 1209 mm y una rf 6.7. Para lograr mayor precisión en la lectura opté por ir tapando las ventanas que no se medirían, de este modo la imagen parcial de sombras, era más franca para el ojo sin ser influenciado por los contrastes circundantes de zonas adjuntas.

Después de varias horas de pulido y mediciones pude concluir en una parábola bastante próxima para la precariedad de mis instrumentos y mi escasa experiencia.

Imagen superior: Vista a través del aparato de Foucault, corte adelante.

El espejo fue enviado al L.O.C.E. (Laboratorio de Óptica, Calibración y Ensayo) dependiente del Observatorio de La Plata, donde fue controlado y aluminizado en campana de vacío por Miguel Ascolese. La tramitación de envíos estuvo a cargo del Ing. Luis C. Martorelli, director del laboratorio. Un grupo técnico de gran jerarquía en el tratamiento y control de ópticas astronómicas.

IMÁGENES DURANTE EL ARMADO:

Imágenes superiores: a la izquierda, colocación de la celda del espejo primario. Imagen derecha: Momento de la colimación antes de montarlo.


Imagen superior: Vista general de "Aristarco" listo para ser montado ya terminado.

MONTURA:

Se utilizó el sistema Dobson para la movilidad del instrumento, acoplando tres rodamientos en la base de la plataforma móvil, para lograr un movimiento más suave y fluido.

Imagen superior izquierda: Rodamiento. Imagen derecha: Base de la montura.

Imagen superior: Mi telescopio "Aristarco" y yo, una vez concluido el trabajo.




 
 
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